Ganando el voto hispano: Por qué la educación es clave en las elecciones de 2024
17 de Enero del 2024
Las elecciones de 2024 se acercan rápidamente, y se prestará mucha atención al voto hispano. Reconocidos como la segunda población más grande de estadounidenses en edad de votar, los latinos serán una población influyente durante la temporada política y no son una circunscripción que ningún partido pueda dar por sentado.
Como votante hispano que ha vivido en dos estados del campo de batalla, Arizona y ahora Nevada, he visto a estos estados emerger como centros significativos de actividad política para los votantes latinos. A diferencia de los agentes externos que a menudo vienen, he aprendido mucho sobre nuestro bloque de votación en mi trabajo diario en mi comunidad.
Los hispanos son un pueblo único, muchos con historias de luchas por el sueño americano. Muchas de nosotras dejamos atrás todo para proporcionar una vida mejor para nosotros y para nuestras familias. Ser una estadounidense de primera generación es difícil: muchos de nosotros venimos a este país y empezamos de cero sin ninguna conexión.
Sin embargo, no somos un grupo monolítico, y nuestros antecedentes, así como las experiencias de vida, están en el centro de los asuntos que más nos importan. Los latinos se preocupan por la economía, la atención médica, la seguridad nacional, nuestros hijos y su futuro. La forma en que votemos en las elecciones afectará a esos temas, y nuestros votos no son fáciles de ganar.
Desde que me convertí en madre, los asuntos que más me importaban han cambiado, y también lo ha hecho la comprensión de que la única manera de garantizar una vida mejor para mi hijo en este país era a través de su educación. A menudo, los comentaristas de los medios de comunicación pasan por alto este sentimiento al evaluar a los votantes hispanos.
Sin embargo, lo experimenté de primera mano. Trabajé para un sindicato de maestros, y aunque mi trabajo estaba motivado por el deseo de reformar un sistema educativo que ha estado fallando a los estudiantes durante décadas, rápidamente me di cuenta de que los sindicatos se preocupaban más por la política. Esto me empujó a dejar el sindicato y unirme a la lucha por la elección de la escuela y trabajar por la reforma de la política educativa en toda esta nación.
Día a día, veo cómo las Opciones Escolares se convierte en un asunto más frecuente para cualquier padre. Pero especialmente para los padres hispanos, que deben soportar un sistema de código postal que no proporciona a sus hijos una educación de calidad, la situación es aún más urgente. Este asunto también tiene prioridad cuando los padres tienen que sacrificarse trabajando muy duro o haciendo malabares con varios trabajos solo para permitirse la escuela ideal para su hijo.
Está claro que algo tiene que cambiar. Las puntuaciones de la NAEP muestran que los estudiantes hispanos están por detrás de sus homólogos blancos en matemáticas y lectura hasta dos años. Y empeora. En mi estado de Nevada, los niños de K-12 no dominan las matemáticas o la lectura en ningún nivel de grado. Las tasas de graduación de la escuela secundaria muestran a los estudiantes con un 19 % de competencia en matemáticas y un 46 % en artes del lenguaje. No es de extrañar que las tendencias nacionales muestren que solo el 13 % de todos los latinos tienen una licenciatura, y solo el 7 % tienen un título de posgrado.
Como chileno-estadounidense de primera generación que solo ha podido votar desde que se convirtió en ciudadano en 2015, me alineo con los candidatos que apoyan permitir que las familias rompan este status quo.
Una vez fui demócrata, independiente y ahora republicano. Hice el cambio no porque esté de acuerdo con todo lo que los líderes en el Partido Republicano apoyan, sino porque tengo que apoyar la libertad educativa.
De hecho, la última encuesta de RealClear Opinion Research muestra que no estoy solo: el 76 % de los votantes encuestados dicen que es más probable que voten por alguien que defiende las Opciones Escolares en las elecciones.
Desde 2015, he votado por candidatos que apoyan mis puntos de vista sobre la educación, independientemente de cómo esté registrado. Y una investigación como esta encuesta de Pew Research muestra que los hispanos también están cambiando. El margen de los latinos que votaron por el Partido Demócrata es un 21 % menor que en 2018.
Atribuyo estos cambios en los votantes hispanos a muchos factores diferentes, pero el más frecuente son los efectos de la pandemia en la educación de los estudiantes, que se sienten más severamente entre las poblaciones estudiantiles vulnerables, como los hispanos.
Los números no mienten, pero demasiados en el Partido Demócrata todavía están en deuda con un sistema que nos está fallando. Muchos hispanos podrían estar inclinados a quedarse con el Partido Demócrata, pero debemos poner a nuestros hijos en primer lugar.
Los hispanos están despertando al hecho de que la educación es la clave del éxito en este país, y eso brinda una oportunidad para cualquier partido que quiera nuestro voto. Los líderes de ambos partidos deben escuchar a los votantes, y los votantes están diciendo que apoyarán a los candidatos que dan el inicio de la libertad educativa.
Como votantes, los latinos tenemos la responsabilidad de votar por el candidato que más se alinea con nuestros valores. Tenemos la responsabilidad de elegir a los funcionarios dispuestos a proporcionar oportunidades educativas para que nuestros hijos rompan el ciclo de pobreza de las generaciones anteriores. Lo más importante es que los votantes hispanos tienen el deber de poner en el poder un liderazgo que lucha por cada centímetro del sueño americano.
Valeria Gurr es un senior fellow de la Federación Americana para los Niños. Es una apasionada defensora de las Opciones Escolares, particularmente para las familias desatendidas, y fundó la Federación Americana Para los Niños. Para obtener más información, visite federationforchildren.org/staff/valeria-gurr.