Ann Montealegre

PROGRAMA — Beca de crédito fiscal de Florida

La vida es un viaje que todos deben emprender y atravesar, pero siempre depende de la persona el hacer que el viaje sea aventurero o miserable. El viaje que yo llamo vida comenzó cuando estaba en tercer grado. Digo esto porque cuando estaba en tercer grado, mi familia se había separado. Como la segunda hija entre dos hermanos, cuando ocurrió el divorcio en mi familia no sólo perdí a mi padre sino que también perdí a mi hermano mayor.

A través del divorcio y de la pérdida de mi padre y hermano mayor, tuve que crecer rápidamente ya que necesitaba cuidar a mi hermano menor y asegurarme de ayudar a mi madre en todo lo posible. He visto por muchos años a mi mamá llorando, luchando para alimentarnos o pagar el alquiler, y siempre preocupándose por mi hermano mayor porque nunca supo de su paradero. Lamentablemente, durante la secundaria mis notas empezaron a empeorar porque perdí la motivación por mantener excelentes notas y porque tenía amigos a mi alrededor que eran una mala influencia para mi vida. Luego mi mamá nos obligó a mudarnos ya que ella ya no podía seguir pagando la casa en la que viví, que también estaba en el vecindario que crecí durante la mayor parte de mi vida. Durante este tiempo, vi la mudanza como algo innecesario pero ahora veo que fue una bendición disfrazada.

Desde primaria hasta secundaria, he estado únicamente en escuelas públicas. A mediados del año, durante octavo grado, fue cuando fui a La Progresiva Presbyterian, una escuela privada que promueve el cristianismo. Como fui una persona que solo ha estado en escuelas públicas, ir a una escuela privada fue un gran cambio para mí. La escuela era pequeña en comparación con las escuelas públicas que he conocido.

Además, La Progresiva Presbyterian se distinguía de las escuelas públicas porque a los maestros de esta escuela les gustaba conectarse uno a uno con los estudiantes. Cada maestro que tuve en esta escuela, incluso si yo no disfrutaba la materia de la clase, siempre enseñaron a cada estudiante con una pasión que demostraba que amaban su trabajo y todo lo relacionado con él. En las escuelas públicas, esto era algo muy poco común, ya que tenía maestros que enseñaban solo para recibir su sueldo, e incluso tenía maestros que simplemente entregaban paquetes y nos decían que trabajáramos en ellos.

Ser estudiante en La Progresiva no solo me ha demostrado que puedo tener una carrera de mi elección, sino que también conocí a algunas de las mejores personas que he conocido y que se han convertido en mis amistades más duraderas y en las personas que más me importan. Aunque al principio odié La Progresiva porque era un cambio tan drástico que yo no quería, resultó ser un cambio que necesitaba desesperadamente. También tuve la increíble oportunidad de comenzar la inscripción doble. Cambiar de una escuela pública a una privada fue una de las mejores cosas que mi mamá pudo haber hecho por mi hermano menor y por mí y es algo por lo que siempre le estaré agradecida.

Después de graduarme con mi diploma de escuela secundaria, planeo continuar asistiendo a la universidad de Miami-Dade para recibir mi título asociado en artes y continuar mi educación para convertirme en ortodoncista. No obstante, todavía planeo tener experiencia laboral mientras voy a la universidad porque es importante, ya que los trabajos favorecen a alguien que tiene más experiencia en comparación con alguien que no la tiene. El futuro es algo que espero con ansias y planeo mantener la carrera de ortodoncista y continuar mi educación para lograr mis sueños.

Las opciones escolares marcaron una diferencia en mi vida. Las opciones escolares se dedican a ayudar a los estudiantes de todo Estados Unidos a continuar su educación y proporcionar fondos para que puedan continuar haciéndolo. Nos ha proporcionado una beca tanto a mi hermano menor como a mí para que podamos seguir yendo a La Progresiva porque sin estos fondos, no podríamos estar en La Progresiva en primer lugar.

También, las opciones escolares le ha hecho la vida más fácil a mi madre, ya que ya no necesita trabajar dos trabajos todos los días para pagar la escuela a la que mi hermano menor y yo vamos. No estoy segura donde estaría si continuara el camino que estaba yendo.

Tener la oportunidad de ver a mi madre menos estresada a lo largo de los años porque ya no tuvo que preocuparse por pagar la matrícula completa de una escuela privada es lo que me hace feliz y es simplemente un sueño hecho realidad. Mi madre pudo poner a dos niños en una escuela privada para mejorar su educación y su futuro con la ayuda de las opciones escolares, y por esto estaré eternamente agradecida.

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